A veces tenemos la necesidad de salir corriendo. Creemos que tenemos que irnos lejos para sentir que las cosas cambian, avanzan o simplemente desaparecen. Pero no nos damos cuentas de que aquí mismo, justo en Madrid podemos evadirnos de todo aquello que nos enfada o nos pone tristes. Yo estoy enamorada de las calles de Madrid ( Cursi, pero cierto!) y se que cada día se puede descubrir algo nuevo en ellas. Ayer, después de 24 años conocí el Campo del Moro y sin duda me olvide por completo que me encontraba en medio de una gran ciudad. Solo había naturaleza, pavos reales ( geniales!), mucho sol, R y yo. Me encantó. En ese momento no necesitaba nada más. Luego dimos un paseito, de esos que tanto nos gustan y que se están convirtiendo en una maravillosa costumbre, y acabamos en Antón Martín. Recuerdo ese barrio perfectamente porque durante unas semanas rodamos alli una Tv movie de la que guardo especial cariño. Recomiendo si entra el hambre, como nos pasó a nosotras, La Musa de Espronceda con los mejores pintxos que he probado, ademas de una gran variedad y muy cerquita de ahí Alma Café con un menú muy rico y económico y sobre todo recomendado para estaciones de buen tiempo (merece la pena disfrutarlo con todo abierto de par en par!). Y sin duda, para terminar el día y muy cerquita de allí Gaudeamus Café, situado en la última planta de la UNED, tiene las mejores vistas para disfrutar tomando algo mientras contemplas el atardecer. Ayer me fui a la hora de té con mi morena preferida de ojos bonitos, pero si quieres un mojito, un buen menú o una cena romántica también es el sitio ideal. Yo como bien me he propuesto ( como las proposiciones de principio de año! aunque llego algo tarde..), aunque de manera casi inconsciente puesto que lo hago por que me hace feliz, quiero exprimir los días. Para los que de momento no tenemos findes libres en los que poder escaparnos, es importante contar con que no hace falta coger el coche e irse muy lejos, con todo lo que tenemos en nuestra ciudad de momento tenemos para no aburrirnos en un tiempo.
Como loco, baile mucho que las cosas duran poco.
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