18.7.13

Ecuador IV








Hemos regresado después de pasar dos noches en la selva amazónica y solo puedo decir que ha sido GENIAL!! Para llegar al lodge donde nos hospedabamos teníamos que coger un bus que nos llevara a Tena que tardó unas 4 horas ( Aquí la puntualidad en los transportes es algo relativa y si encima le sumas que van parando en cada arbol, pueblo o palmera donde poder recoger gente te puedes hacer una idea..), después de ese tiempo en el que si o si vas escuchchando "papichulo" y demas versiones durante tooooodo el trayecto, tuvimos que ver la manera de llegar a Punta de Ahuano donde nos esperaba la canoa del Hotel. Tena , lo poco que vimos, nos pareció una ciudad desordenada y calurosa ,así que no nos dio pena no pasar allí mas tiempo porque enseguida pactamos un precio y nos subimos a un taxi que nos llevo sin problema. En Ahuano coincidimos con Francisco y Silvia, un chileno y una colombiana encantadores que  resultaron ser los dueños del Anaconda Lodge. Desde el principio nos sentimos como en casa y el paisaje nos encanto. El río Napo impresiona desde que lo ves, sus aguas amarillas y su rapidez y movimiento, a la orilla vegetación y mas vegetación... por fin estábamos en la selva!! El primer día , aparte de tomar el te de Guayuza, tan típico allí, nos fuimos de excursión por la isla y conocimos a una familia que nos preparó cacao y chicha, entramos en su cabaña y nos dejaron probar con la cerbatana. Al día siguiente volvimos a salir de excursión pero mucho mas seria, estubimos caminando 5horas arriba y abajo mientras no paraba de llover, nos rodeabamos de vegetación ,de animales de los cuales vimos caimanes, monos a lo lejos de rama en rama y bichos pequeños que.... bbbbrrrrrrr! Comimos hormigas de limon, naranjas de la selva y palmitos.Por la noche , aparte de comida de verdad del maravilloso cocinero Rodrigo, nos dejaron conocer a un chamán que hizo su ritual de la limpia a Juan.
Por las noches dormiamos en cabañas encantadoras, y es que en si, las noches allí son diferentes, muy oscuras, con el único sonido de los animales  y los pájaros, las estrellas y el río, es especial. Pero todo lo bueno se acaba y nosotros continuamos rumbo a Riobamba.

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